Fedecámaras Táchira, en la persona de su presidente Arq. Maximiliano Vásquez, saluda con beneplácito la decisión adoptada por el Directorio Nacional de FEDECÁMARAS, de recorrer el país para conocer sus realidades, analizar las problemáticas que afectan principalmente la productividad y de esta manera, presentar propuestas y soluciones que permitan diseñar un nuevo modelo de desarrollo.
En este contexto, el empresariado tachirense adopta como lema la frase ‘Más Táchira, más frontera’, con el fin de exponer su visión particular e inclusiva, de cara a los retos que la reactivación económico-social del país plantea.
El estado Táchira, a pesar de ser un estado andino, es distinto al resto de los Andes debido a la frontera con el Norte de Santander de la República de Colombia. Esta circunstancia ofrece condiciones particulares y oportunidades que son únicas y propias de esta región, y que pueden y deben ser lideradas y capitalizadas en buena medida, por las personas que habitan en la entidad para beneficio local, regional y nacional.
La crisis venezolana no es un hecho del que pueda sentirse orgulloso pueblo alguno. Sin embargo, haciendo honor al gentilicio tachirense forjado en valores fundamentales tales como la familia, el trabajo, la educación y la religiosidad. El empresariado tachirense está motivado a abrir ventanas de oportunidades para proyectar transformaciones en el corto, mediano y largo plazo.
CONCLUSIONES
• A las empresas del Táchira las distingue la excelencia. Los valores del tachirense, la idiosincrasia, y el deseo de superación forman parte de la dinámica que nos caracteriza y que añade valor de calidad en cada área de desarrollo socioeconómico.
• El Táchira es parte de los andes, sin embargo, se diferencia de los demás estados
andinos por su condición de frontera, lo que nos permite comprender la economía regional como binacional y ser “centro de dos países”.
Esta cualidad otorga condiciones de oportunidades para la integración comercial e industrial, la posibilidad de capitalización fronteriza para los diferentes sectores de la región, así como la búsqueda de materias primas, el fortalecimiento del talento humano y desarrollo educativo de actuación local y pensamiento fronterizo.
• San Cristóbal, porcentualmente es una de las ciudades de Venezuela con la mayor
cantidad de profesionales egresados de sus casas de estudios universitarias regionales. Esto significa que en el Táchira hay talento y capacidad de superación, porque el reto que impone la frontera nos obliga a ser mejores.
• El Táchira es además la única zona de frontera industrial del país. Posee industria de calzado, textil, metal mecánica, automotriz, marroquinería, comercio, tabaco, que exportaban sus productos a Colombia y al resto de Venezuela y, que a pesar de estar paralizadas en la actualidad, todavía cuentan con una capacidad instalada y promueven la creación de oportunidades para desatar la fuerza productiva de ese talento.
• Se observan numerosas iniciativas empresariales en todas las áreas de negocios,
esto indica que a pesar de las dificultades, se mantiene la voluntad de vencer las adversidades y salir adelante.
• El estado requiere generar cultivos que produzcan divisas mediante la exportación den café y cacao; llevando, además, el restablecimiento de las zonas protectoras del medio ambiente, la recuperación del empleo y la generación de riquezas.
• La falla constante en los servicios públicos, es un elemento común que incide negativamente en la actividad comercial, industrial y empresarial tachirense. Por lo que se propone la compra de electricidad, gas y combustible a Colombia para los Municipios Bolívar y Pedro María Ureña.
• El Táchira es una tierra de oportunidades. Formamos parte de una sociedad de frontera al servicio de Venezuela.
Para ello, los empresarios estiman necesario promover y apoyar un ecosistema de impacto, con emprendimientos, inversiones y agencias orientadas a generar resultados sociales, económicos y ambientales, signado por buenas prácticas de gobernanza, en un marco transparente, afianzado en consensos sociopolíticos y económicos, que sirvan para atender los problemas estructurales de la crisis regional, buscando caminos diferentes para sentar las bases de una nueva economía para la región y el país.